jueves, 7 de enero de 2010

Elogio de la mesura (17)
















Desterrado en Rumanía por Augusto, Ovidio escribe esta misiva "a un detractor". Ni siquiera mis males, capaces de hacer llorar a las fieras salvajes, te vuelven misericordioso o benévolo para con un hombre postrado en tierra. Ni temes el poder de la Fortuna, que está sobre rueda insegura, ni el de la diosa que odia las palabras presuntuosas: la vengadora de Ramnunte (Némesis) castiga a quien lo merece. ¿Por qué conculcas con tus pies mi desventura? Yo he visto sumergirse en el mar a quien se había reído de un naufragio y me dije: "Nunca el agua fue más justa"

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