domingo, 19 de junio de 2011

ELOGIO DE LA MESURA (37)




LA IDEA DE NÉMESIS EN EPICURO





Epicuro , de padres atenienses, nació en la isla de Samos y al cumplir 18 años llegó a Atenas para cumplir sus deberes cívicos, a mediados del 323 a.C. El año anterior Alejandro se autoproclamó hijo de Zeus-Amón, algo inaudito en la cultura y religiosidad del mundo griego. Se han conservado comentarios irónicos de personajes de la época: "Que sea Alejandro hijo de Zeus, y de Poseidón también, si así lo desea" (Demóstenes); "Puesto que Alejandro quiere ser un dios, dejémosle serlo" (Damis). En el mismo año en que llegó Epicuro a Atenas moría Alejandro . Demades profetizó , con una frase brillante "El hedor del cadáver de Alejandro impregnará el universo"




Tras 17 años ausente , Epicuro se instaló en Atenas creando una escuela en su pequeña casa con su Jardín (más bien una huerta) que nunca pretendió ser , a diferencia del Liceo o la Academia, una escuela de educación superior sino , ante todo, un retiro para la vida en común y la meditación amistosa; donde se buscaba una felicidad cotidiana y serena, mediante la convivencia según ciertas normas y principios.



Epicuro escribió numerosas obras, de las que solamente breves fragmentos se han conservado. Según el testimonio de algunos discípulos, el Maestro dio un práctico ejemplo continuo de esa felicidad terrenal que predicaba como último fin de la teoría filosófica. Sin que lo enturbiaran los achaques de su enfermiza salud envejeció feliz convirtiéndose en el legendario tipo de "sabio feliz" hasta el día de su muerte.



En torno al "Jardín" comienzan pronto las habladurías y la calumnia. Sin embargo, las noticias transmitidas directamente nos hablan de un vida muy frugal, de pequeñas alegrías cotidianas."Envíame -escribe Epicuro a un amigo- un tarrito de queso, para que pueda darme un festín de lujo cuando quiera". Esta alegre MODERACIÓN del Jardín, un hedonismo que por su limitación resulta casi una ascética, armoniza bien con las antiguas máximas apolíneas que recomiendan la MESURA y la conciencia de los LÍMITES humanos.

Nietzsche lo expresaba de este modo:"Sólo alguien que sufría constantemente pudo inventar felicidad semejante, la felicidad de unos ojos ante los que se ha encalmado el mar de la existencia..." La carta a Idumeo refleja ese talante del Maestro " Mientras transcurre este día feliz, que es a la vez el último de mi vida, te escribo estas líneas. Los dolores de mi estómago y vejiga prosigen su curso, sin admitir ya incremento su extrema condición. Pero a todo ello se opone el gozo del alma por el recuerdo de nuestras pasadas conversaciones filosóficas. Tú, de acuerdo con la disposición que desde joven has mostrado hacia mí y hacia la filosofía, cuídate de los hijos de Metrodoro"


Para Epicuro filosofar no es un lujo sino una urgencia vital en un mundo caótico y alienante. Como decía " es un saber para la vida"..."una actividad que con palabras y razonamientos proporcionan una vida feliz" ..."libera al estudioso de los fantasmas irracionales de las creencias angustiosas y de las esperanzas sin fundamento"



Rechaza la educación tradicional y la competencia por ser el mejor, viejo ideal de la ética aristocrática y a este sentir responde el famoso eslogan epicúreo del "lathe biosas", "pasa desapercibido mientras vivas".El verso de Horacio " No vivió mal quien al nacer y al morir pasó inadvertido" da otra versión del precepto
Epicuro se enfrentó a las tesis extremadas de los cínicos. Diógenes y familia con su mordacidad y desvergüenza programática fueron los más feroces enemigos de la
sociedad."El sabio no practicará el cinismo". "Ni se hará mendigo" Hay unos márgenes para la vida placentera que el cínico conculca. "También la frugalidad tiene su MEDIDA; el que no la tiene en cuenta sufre poco más o menos lo mismo que el que desborda todos los LÍMITES por su falta de MODERACIÓN.. En todo caso Epicuro rechaza los EXTREMOS. El ejemplo de la comida es muy claro respecto de esa moderación y ese ascetismo discreto que pueden generalizarse a otros aspectos.


Las Máximas Capitales foman una colección de cuarenta sentencias . Las primeras tratan de los temas fundamentales de la Ética expuestos en la fórmula del Tetrafármaco"cuádruple remedio": "la divinidad no es de temer, la muerte es insensible, el bien es fácil de procurar, el mal fácil de soportar".Estas máximas fueron algo así como la "Biblia de los epicúreos"



De los deseos los unos son naturales y necesarios; los otros naturales y no necesarios; y otros ni naturales ni necesarios, sino que se originan en la vana opinión. Naturales y necesarios considera Epicuro a los que eliminan el dolor, como beber cuando se tiene sed. Naturales, pero no necesarios los que sólo diversifican el placer, pero no eliminan el sentimiento de dolor, como la comida refinada. Ni naturales ni necesarios como perseguir coronas o estatuas ( la fama).


No hay ningún término en las lenguas europeas que abarque el campo semántico del vocablo griego hedoné. Merlan propone como mal menor "joy" y "pleasure". La hedoné de Epicuro corresponde a lo que en francés se llama "la joie de vivre": el gozo de vivir.

"El hombre es infeliz por el temor o por el deseo ILIMITADO y vano. Quien a esto pone bridas puede lograr para sí mismo una feliz cuenta y razón". Para Epicuro dos son los bienes de que se compone la felicidad. que el cuerpo esté sin dolor y el alma sin perturbación."Este es el grito de la sangre: no tener hambre, no tener sed, no tener frío"


La negación de laa providencia divina por parte de Epicuro fue ya para los antiguos uno de los trazos más escandalosos de su filosofía. Fue esa negación lo que motivó los injustos ataques y acusaciones de impiedad y ateísmo contra la Escuela del Jardín. En la" Carta a Meneceo" podemos leer"no es impío quien suprime los dioses del vulgo, sino quien atribuye a los dioses las opiniones del vulgo, pues no son prenociones sino falsas suposiciones los juicios de la masa sobre los dioses"

En relación con el temor a la muerte escribió Epicuro: "Frente a las demás cosas es posible procurarse seguridad, pero frente a la muerte todos los humanos habitamos una ciudad sin murallas". Contra este angustiosos prever la muerte como algo terrible, emplea Epicuro una razón contundente. Nadie tiene esa experiencia, nadie siente o vive su muerte."La muerte no es nada para nosotros".


El hedonismo de Epicuro está a la defensiva. No se persigue el placer desenfrenado y frenético, sino el placer que surge de la eliminación del dolor, la serenidad del ánimo y la dicha suave. Puesto que la carne, es decir, la sensualidad, carece de entendimiento para discernir los LÍMITES y las implicaciones de la fruición, es la inteligencia quien sirve de guía.

Con este razonamiento orientado a una sabiduría práctica, la pauta ética coincide con la sensatez, que se despliega en la virtud tradicional de la templanza (sophrosyne)
Por un sendero marginal el epicureísmo parece desembocar en uno de los ejes de la ética griega tradicional: en el encomio de la TEMPERANCIA Y LA MODERACIÓN.

Carlos García Gual. "Epicuro". Alianza Editorial. Madrid, 2002





sábado, 18 de junio de 2011

ELOGIO DE LA MESURA (36)



La gran maestra de la novela histórica Lindsey Davis presenta la vigésima entrega de su serie protagonizada por Marco Didio Falco, en el que vemos al más célebre detective de la historia abrumado por enrevesados problemas familiares.
No faltan en esta entrega ni los cadáveres, ni las jovencitas a punto de descarriarse... ni siquiera una familia de psicópatas a los que nadie parece atreverse a levantarles la voz.
Marco Didio Falco en estado puro, Lindsey Davis en plena forma.

En la pintura de la portada se observa el gesto apotropaico de la señora -signo de identidad de nuestra amiga Némesis- y en un diálogo entre los personajes Anácrites y Falco encontramos una referencia a la diosa.
"-Diría que tu nueva riqueza excede las debidas proporciones. Cuando un hombre recibe más de lo que debería de la Fortuna, la alada Némesis se presentará para equilibrar las cosas."
"-Némesis es un encanto. Ella y yo somos viejos amigos...¿Por qué no hablas claro y dices que crees que no me lo merezco?

Ya casi al final de la novela leemos este otro diálogo:
-¿Qué pensamos nosotras?
- Si lo dejamos correr, la cosa no hará más que empeorar -vaticinó Maya en tono grave.
- Afirmó que puede hacer todo lo que quiera, añadió Albia- Argüí que es responsable ante el emperador, pero me dijo que los emperadores vienen y van. El permanece. El solo responde ante la historia.
-¡Arrogante! -replicó Helena, como si estuviera acusando a Anácrites en persona- Ensalzamiento egocéntrico..., un insulto para los dioses. ¿Qué harán los dioses al respecto? -se preguntó entonces. Inevitablemente, sus oscuros ojos castaños buscaron los míos.
-Enviar a Némesis para que se ocupe de él -respondí

LINDSEY DAVIS "Némesis"Edhasa. Barcelona, 2011

domingo, 12 de junio de 2011

ELOGIO DE LA MESURA (35)

















MITO Y MODERNIDAD ( II )





De Hans Blumenberg se conocen muchas cosas, pero sobre él mismo se sabe más bien poco. Autor de tantos libros, ingeniosos y profundos, prefiere esconderse , mantenerse a cubierto. Su enrevesada forma de pensar y escribir dificultan su acceso a más de un lector. Una serie de metáforas parecen apropiadas para caracterizarlo a él y a sus escritos: la caverna, el bosque en el que se extravía el caminante; el espíritu, que no solo sopla sino que también hurga y la verdad en su desnudez manifiesta. En "Salidas de la caverna" Blumenberg caracteriza al hombre como un ser visible que escapa a la realidad refugiándose en la invisiblidad de la caverna. Pero lo que hace sin cansar es arrojar la inquietante pregunta de si los hombres están, en absoluto, en condiciones de soportar la verdad -sea de la naturaleza que fuere- si se les ofrece no desfigurada, sin revestimientos ilusorios.


En "La legitimidad de la Edad Moderna" se puede acotar con toda claridad el camino seguido después por Blumenberg : su tesis sobre la falta de fundamento, de valor y de sentido de la realidad fáctica, así como de su desconsideración y prepotencia y de la tesis sobre la necesidad de los esfuerzos y desvelos humanos para domesticar y distanciarse de esa realidad.

En "La génesis del universo copernicano" nos presenta la moderna ciencia natural como una extraña Jano bifronte: por un lado, es un instrumento con cuya ayuda nos enseñoreamos de la naturaleza adversa y omnímoda; por otro, ella es practicamente la
única capaz de desenmascarar la naturaleza como despiadada, prepotente e indomable.

Pues el saber moderno nos causa cada vez más desilusiones. En la medida en que descubre que nuestras ansias de encontrarle un sentido al universo y de gozar de una posición privilegiada en él son por igual irrealizables e ilusorias, lleva la impronta del desengaño. Este desengaño es interpretado en los tiempos modernos bajo fórmulas tales como "desencantamiento del mundo" y "humillación del hombre por la ciencia".

Se ha hecho costumbre caracterizar como una humillación copernicana casi todo descubrimiento científico que pone ante los ojos del hombre su radical contingencia, irrelevancia y futilidad.

Blumenberg pregunta a este respecto. " ¿Qué pasa en esta nueva época con la posición del hombre en el cosmos?". Su lacónica respuesta reza " El hombre no es el destinatario del gran montaje cósmico". El hombre se resiste a aceptar su humillación cósmica y al hacerlo retrocede una y otra vez a concepciones precopernicanas.

Blumenberg habla en relación a un universo de esta índole del "absolutismo de la realidad" que es un problema al que ha de hacer frente continuamente toda la humanidad en general, y al que hacen referencia todos los relatos míticos, doctrinas religiosas, rituales cúlticos, sistemas metafísicos y, en parte, también las construcciones científicas. Todos ellos pueden ser explicados como intentos de romper el absolutismo de la realidad.

Nuestra época marca el fin provisional de los modelos interpretativos de grandes dimensiones, cuya desaparición se ha convertido en su signo característico. Las DESMESURADAS exigencias de sentido planteadas frente al cosmos son rechazadas por éste.

Que en el decurso de la historia del pensamiento occidental hayamos perdido la carga exagerada de sentido parece herir nuestra exigencia del mismo, pero entonces se plantea la pregunta de si una tal exigencia está justificada y si nuestra necesidad de sentido es realmente congénita.

En el escrito "Tiempo vital y tiempo cósmico" su pensamiento adquiere su perfil más radical. Igual que el ensanchamiento postcopernicano del universo ha hecho visibles la puntualidad de la tierra y la inanidad del hombre, de la misma manera, la dilatación del tiempo cósmico, impuesta por los resultados de la investigación científica, transforma la tierra en un episodio pasajero y al hombre en un nada efímero. "El desamparo del hombre en el tiempo" se convierte en la expresión de una pérdida terrible y general de sentido.



Lo que debemos aceptar es, por un lado, la mortalidad y la nulidad cósmica de toda persona y, por otro, la sinrazón y la indiferencia del universo frente a nuestras preguntas, esperanzas y angustias. Lo que se trata de conseguir es la capacidad y la disposición para conformarse con la propia finitud y la del universo tal como es. Por ello debemos relativizar nuestra propia vida y a reducir nuestras EXAGERADAS pretensiones de sentido. Pues contra la decepción solo puede mostrarse resistente e inmune quien es capaz de mantener sus expectativas a fuego reducido.

Que la realidad no satisface nuestras exageradas expectativas alimentadas por mitos, religiones y metafísicas, no se puede utilizar como argumento en su contra. Al contrario, al hombre hay que exigirle que renonozca "lo descomedido de las exigencias que le plantea el mundo" y que adecúe sus deseos a la realidad. Se trata de un proceso de resignación, que no tiene aquí el significado de desesperarse, sino más bien de ir haciéndose poco a poco el ánimo , de creciente disposición a una renuncia . Cuando ocurre esto es porque uno ha aprendido a "aceptar finalmente lo que se espera de él", como dice Blumenberg en línea con Lucrecio el epicúreo.

En uno de los escritos "menores" de Blumenberg, "La inquietud que atraviesa el río" se dice: el principio de la entropía es el que verdaderamentepuso fin a todas las ilusiones sobre el futuro de la especie humana y de sus obras....un día desaparecerán las condiciones que hacen posible la vida en la tierra e incluso en el universo entero, y todo se convertiría en una masa inerte...no quedará probablemente más que un campo magnético en proceso de expansión hacia el punto cero.

Blumengerg es un ilustrado sin ilusiones con una aceptación serena de la pérdida. En su sentimiento por esta pèrdida no hay nada de lamentación desesperada y plañidera, ni de despecho indignado o de ira agresiva

De cualquier modo, queda en el aire la pregunta prácticamente inevitable de si no ocurrirá que nuestra ingente necesidad de sentido es, a la postre, inextirpable. Si alguna vez se llega a una MODERACIÓN sustancial de la EXAGERADA demanda de sentido, será probablemente por una vía a la que nosotros mismos no tenemos acceso. Es el precio que hemos de pagar por vivir en el presente y no en el pasado.


Franz Josef Wetz: "HANS BLUMENBERG" La modernidad y sus metáforas. Edicions Alfons el Magnànim. Valencia, 1996

viernes, 10 de junio de 2011

ELOGIO DE LA MESURA (34)





MITOS Y LA MODERNIDAD ( 1 )







Una de las invenciones humanas más antiguas contra la inquietante realidad y su opresión generadora de miedo ha sido el mito. En estas historias se dan nombre a la realidad, con lo que se disipa en cierto modo su indeterminación y su prepotencia. El universo se hace en el mito más amable, se adapta a la necesidades del hombre que lo escucha y, así, poderse sentir en el universo como en su casa.

El pueblo aborígen de Australia, sociedad tan alejada de nuestra cultura, contaba de esta manera el nacimiento del mundo.Contradecían a Heródoto que afirmaba que todos los dioses habian nacido en Egipto. ( Visión grecocéntrica, naturalmente).

"Yhi trae la vida al mundo
En el principio el mundo yacía en quietud, en una total oscuridad. No había vegetación ni cosas que se movieran en los desnudos huesos de las montañas. Ni el viento soplaba en sus cumbres. Ni un solo sonido rompía el silencio.
El mundo no estaba muerto sino dormido, en espera del suave toque de la vida y de la luz. En algún lugar de la inmensidad del espacio Yhi se agitó en su sueño esperando el murmullo de Baiame, el Gran Espíritu. Entonces el susurro llegó, el susurro que despertó al mundo. El sueño de Yhi se deslizó en el suelo como un vestido cae a sus pies. Sus ojos se abrieron y la oscuridad se disipó . La noche, sin fin, huyó.
Yhi flotaba sobre la tierra y empezó una peregrinación hacia el norte, sur, este y oeste ; y donde pisaba su pie, la tierra brincaba y la hierba, arbustos, flores surgían hacia la radiante fuente de luz. Su primera tarea gozosa había terminado. Yhi, la diosa del Sol, descansó y ante la vista del mundo sabía que El Gran Espìritu se alegraba del resultado de su labor.

"El trabajo de la creación ha comenzado bien," dijo Baiame, "pero solo ha comenzado" El mundo está repleto de belleza pero precisa vida danzante para cumplir su destino; lleva tu luz al interior de las cavernas y veremos qué ocurre.

Las sombras se movieron y los espíritus malignos coreaban "Dormid, dormid, dormid". Pero las sombras habían estado esperando la caricia vivificante de la diosa del Sol. Las alas se abrieron, los cuerpos se levantaron sobre largas patas, colores metálicos comenzaron a brillar...Miriadas de insectos surgian de cada rincón y salieron al mundo de la luz.

"Es bueno. Mi mundo vive," Baiame dijo.

Yhi llamó con su voz dorada a todo aquello que había traido a la vida. "Esto es la tierra de Baiame. Para siempre será vuestra, para vuestro regocijo. Baiame es el Gran Espíritu; os cuidará y oirá vuestras peticiones"
. . . . . . . .

Baiame dijo: "Pondré solamente parte de mi espíritu en los animales. Pero la totalidad de mi mente lo pondré en algo que tenga vida y sea digno de este regalo. Necesito crear algo nuevo." Juntando átomos y microscópicos granos de polvo, formando huesos, cartílagos, sangre... formó un animal que anduvo erecto sobre dos piernas. Tenía manos con las que formar herramientas y armas y el ingenio para usarlas. Pero, sobre todo, un cerebro que pudiese obedecer los impulsos del espíritu.

Y así se conformó el HOMBRE , el más grande de todos los animales. Todo esto se hizo en secreto.

Pero el Hombre se encontraba solo...Necesitaba una compañía con quien compartir la maravilla del mundo. Buscaba entre los animales y plantas aunque en ellos solo había una pequeña parte de Baiame y no satisfacían el ansia del espíritu del Hombre


Baiame transformó un "yacca tree" con la forma de una mujer. A su vista los animales danzaron de alegría y se perdieron en la distancia satisfechos porque la soledad del hombre había terminado

A.W.Reed "Aboriginal Stories of Australia" 1980

jueves, 2 de junio de 2011

ELOGIO DE LA MESURA (33)












Némesis en el Louvre








La Némesis alada se descubrió en Egipto y se considera del siglo II d.C.. Es de mármol. El pequeño personaje a quien pisa es probablemente la persona significada por la "hybris". Además de la rueda que encarna la fortuna variable, el gesto de la mano derecha a la altura del seno derecho de Némesis y levantando el vestido se






conoce como un gesto APOTROPAICO (palabra adaptada casi literalmente del griego clásico y recientemente aceptada por la Real Academia Española de la Lengua) con el que se desea evitar o ahuyentar un mal o una desgracia. Es una característica de las imágenes de Némesis.







La figura de la derecha también representa a Némesis, es de epoca romana y es de bronce. Tiene una altura de 22,50 cm. y también realiza el gesto apotropaico. En la mano izquierda debía sostener una vara de un codo de longitud, para medir los hechos y actitudes de los humanos.








Hace unos años fuimos con un grupo de alumnos de la Cátedra intergeneracional de la Universidad de Córdoba a visitar Bruselas, Gante, Brujas, París...Naturalmente visitamos el Louvre aunque no con el tiempo suficiente que este gran Museo se merece. Pero....







Mientras paseaba por una sala dedicada al arte grecoromano me llamó la atención una pequeña escultura colocada en una hornacina porque tuve la impresión de que se asemejaba mucho a las estatuas de San Rafael -se le considera custodio de la ciudad de Córdoba- y que se le encuentra en muchos plazas y lugares de la ciudad en lo alto de una columna y que los cordobeses llamamos"Triunfos". Cual sería nuestra sorpresa - agradabilísima- cuando leimos en una pequeña placa de bronce el nombre de Némesis. Fue la primera vez que veíamos una imagen de nuestra amiga Némesis. Inmediatamente bajamos a la tienda del Museo para comprar algún libro con la imagen o, al menos, una postal pero no se pudo satisfacer este deseo.







Al día siguiente mientras mis compañeros estaban alrededor de Notre Dame, me acerqué al Louvre con una "digital" para fotografiar a la diosa. Tras dar vueltas y más vueltas, preguntar chapurreando en dos o tres idiomas a los empleados del Museo dónde se encontraba la sala dedicada a antigüedades clásicas y sin obtener resultado alguno, sudando al subir y bajar escaleras y pensando que quizá me esperaban impacientes mis compañeros... Por fin encontré a dos chicas con el uniforme de trabajo y aunque al verme hicieron algún gesto como diciendo:"aquí aparece otra vez este pesado preguntando por Némesis" noté que detrás de ellas existía una pared que parecía con material especial para cerrar un entrada. ¿Hay detrás de esa pared alguna sala?






Al contestarme afirmativamente. ¿Ayer estaba abierta esa sala? Otra vez fue afirmativa la respuesta. Y hoy por qué no?. Porque es domingo. Me fuí de París sin la primera imagen de Némesis que había visto y desaparecido de un día para otro. Me parece que en la primera "entrada" de este blog hablaba de la presencia-ausencia de Némesis. Aquí está materializada esa metáfora.














Me perdonarán que manifieste mi agradecimiento a cuantas personas han entrado a este blog en los últimos meses. Gracias a la tecnología , lo que se escribía sin saber si pudiera haberle interesado a alguien, ahora al abrir el mapa-mundi y haciendo clic dos veces aparecen ciudades con el numero de visitas, el día y la hora de esas visitas... Para todos ellos y ellas ...hago con mi mano derecha el gesto apotropaico para que ningún mal les aceche . Muchas gracias
Add to Technorati Favorites