jueves, 29 de noviembre de 2012

ELOGIO DE LA MESURA (62)

 EDAD DE HIERRO EN EL QUIJOTE






 Antes de declamar su famoso discurso de la Edad de Oro, Don Quijote ya se había referido  a la edad que le tocó vivir con estas palabras :"Don Quijote de la Mancha, luz y espejo de la caballería manchega, y el primero que en nuestra edad y en estos tiempos tan calamitosos se puso al trabajo y ejercicio de las andantes armas, y al de desfacer agravios, socorrer viudas, amparar doncellas...." En el discurso sobre la "Edad dorada" se refiere a la situación de las doncellas:" Las doncellas y la honestidad andaban por dondequiera, sola y señera, sin temor que la ajena desenvoltura y lascivo intento la menoscabasen, y su perdición nacía de su gusto y propia voluntad. Y agora, en estos nuestros detestables siglos, no está segura ninguna, aunque la oculte y cierre otro nuevo laberinto....Para cuya seguridad , andando más los tiempos y creciendo más la malicia, se instituyó la orden de los caballeros andantes para defender las doncellas, amparar las viudas y socorrer a los huérfanos y a los menesterosos. Desta orden soy yo..." En el capítulo XX, dice Don quijote : " Sancho amigo, has de saber que yo nací por querer del cielo en esta nuestra edad de hierro para resucitar en ella la de oro, o la dorada, como suele llamarse. Yo soy aquel para quien están guardados los peligros, las grandes hazañas, los valerosos hechos..." En la aventura de los batanes, algo más adelante, Sancho no podía contener la risa al descubrirse que lo que los había tenido toda la noche asustados por los terribles ruidos que se oían... cuando se le ocurrió decir por modo de fisga (como con guasa) " Has de saber, ¡oh Sancho amigo, que yo nací por querer del cielo en esta nuestra edad de hierro para resucitar la dorada...." repitiendo palabra por palabra el discurso del caballero. Viendo Don Quijote que Sancho hacía burla dél , se corrió y enojó de tal manera, que alzó el lanzón y le asentó dos palos, tales, que si como no los recibió en las espaldas los recibiera en la cabeza, quedara libre de pagarle el salario, si no fuera a sus herederos... En el discurso sobre "Las Artes y las Letras" se queja Don Quijote nuevamente de estos tiempos Y..."bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención... Y considerando esto, estoy por decir que en el alma me pesa de haber tomado este ejercicio de caballero andante en edad tan detestable como es esta" "¿Qué diría hoy sobre las armas de destrucción masiva?

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