martes, 29 de enero de 2013

ELOGIO DE LA MESURA (67)



 LA   "MODERNIDAD"  EN  EURÍPIDES

   Se ha dicho  que Eurípides es un típico representante de la crítica racionalista, un incansable debelador de los viejos mitos: se le ha llamado "poeta de la Ilustración" griega.
   Aunque los dioses son nombrados  con frecuencia, pero están al margen de toda actividad, carecen de fuerza dramática. El azar pasa a ocupar  el lugar primordial en el curso de la acción...
   Las noticias biográficas sobre Eurípides fueron influidas por las críticas de su coetáneo Aristófanes   , filón inagotable, para descargar su saña poética y hacer reír  a sus  conciudadanos;  como las teorías  y especulaciones  de nuestro trágico respecto a la religión y los mitos, el Estado, la costumbre y la ley, así como su preocupación permanente por ciertos temas siempre candentes, como la situación inhumana  de los cautivos de guerra y el injusto trato dado a las mujeres.
    Aristóteles, por su parte, recoge una sentencia  en que Sófocles habría afirmado que "él representaba a los personajes como debían ser; Eurípides, tal y como son". Como somos nosotros, podríamos afirmar.


 En sus tragedias los esclavos  tienen cierta iniciativa; no son simples figuras de relleno. A veces adoptan posturas racionalistas ante una situación dada; la justicia, los dioses, y el destino son sus temas predilectos. En algunos momentos el esclavo critica a los libres con indomable energía y fuerza moral, mostrando un talante superior. Los dramas europideos muestran la influencia ejercida sobre nuestro autor por las teorías de Hipias y Antifonte que repararon en la injusta  diferencia entre esclavos y libres, griegos y bárbaros.



   En cuanto a la situación de la mujer es suficiente este soliloquio de Medea: " De todos los seres animados y dotados de pensamiento las mujeres  somos el más desdichado. Pues, en primer  lugar, tenemos que comprar un marido con excesivo gasto de dinero y conseguir un dueño de nuestro  cuerpo, pues ésta es una desgracia más dolorosa aún.   Y el combate supremo consiste en conseguirlo malo o bueno. Las separaciones no reportan buena fama a las mujeres, y no es posible repudiar al esposo. Cuando una ha arribado a nuevas costumbres y leyes menester es que sea adivina, sin haberlo aprendido en casa., de como  tratará a su compañero de lecho. Y si logramos cumplir eso bien y nuestro marido habita con nosotras sin imponernos el yugo de la fuerza, envidiable es nuestra vida. Pero, si no, menester es morir.....Dicen que nosotras pasamos en nuestros hogares una vida carente de peligros, mientras que ellos combaten con la lanza.. Pero razonan con torpeza. Que tres veces preferiría yo permanecer junto al escudo, antes que tener un solo parto"



¿Cambiaría hoy Eurípides sus opiniones sobre la esclavitud (moderna, claro)o sobre la mujer (moderna, claro)?





Tragedias, Edición de Juan Antonio López Pérez. Catedra. 2000






   





    

No hay comentarios:

Add to Technorati Favorites