viernes, 19 de febrero de 2010

ELOGIO DE LA MESURA(24)

Oleo de Valero Iriarte (1680-1744)








HISTORIA DE GRISÓSTOMO Y MARCELA
En el capítulo VI del Quijote , Cervantes nos cuenta el escrutinio que el cura y el barbero hicieron de la librería del ingenioso hidalgo y cuando el cura se cansó de ver más libros, quiso que los demás se quemasen; pero ya tenía abierto uno el barbero,que se llamaba "Las lágrimas de Angélica".




-"Lloráralas yo-dijo el cura- si tal libro hubiera mandado quemar,porque su autor fue uno de los famosos poetas del mundo, no sólo de España; y fue felicísimo en la traducción de algunas fábulas de Ovidio" (Se trata de Luis Barahona de Soto y se conocen algunas de estas fábulas como la de "Vertumno y Pomona" en la que, quizás, se inspirara Cervantes para escribir la historia de "Grisóstomo y Marcela").





Estando Don Quijote y Sancho con los pastores a los que recitó el famoso discurso de la Edad Dorada y que los invitaron a cenar tasajo, un queso más duro que la piedra y algo de vino de un zaque y bellotas que le inspiraron el discurso, llegó el mozo que les traía de la aldea el bastimento y les comentó "que murió esta mañana aquel famoso pastor estudiante llamado Grisóstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella ENDIABLADA moza de Marcela, la hija de Guillermo el rico , aquella que se anda en hábito de pastora por esos andurriales"






Y entonces se interesó Don Quijote y preguntó "qué muerto era aquel y qué pastora aquella".




lEL pastor Pedro contó con todo lujo de detalles que Grisóstomo había sido muchos años estudiante en Salamanca y había vuelto muy sabio y muy leído...que sabía la ciencia de las estrellas, preveía los eclipses y adivinaba si el año sería abundante o estéril. Que era muy grande en el arte de componer coplas y que un día juntamente con su amigo Ambrosio, compañero de sus estudios, cambiaron los hábitos largos por los propios de pastor. Después se vino a entender que el haberse mudado de traje no había sido por otra cosa que por andarse por estos despoblados en pos de aquella pastora Marcela de la cual se había enamorado el pobre difunto. Y continuó narrando el pastor :" y no se piense que porque Marcela se puso en aquella libertad y vida tan suelta que por eso ha dado indicio que venga en menoscabo de su honestidad y recato; antes es tanta y tal la vigilancia con que mira por su honra que de cuantos la solicitan a ninguno le haya dado la esperanza de alcanzar su deseo. Y con esta manera de condición hace más daño en esta tierra que si por ella entrara la pestilencia, porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones , pero su DESDÉN Y DESENGAÑO los conduce a términos de desesperarse, y, así, no saben qué decirle, sino llamarla CRUEL Y DESAGRADECIDA. No está muy lejos de aquí un sitio con dos docenas de altas hayas y no hay ninguna que en su lisa corteza no tenga grabado y escrito el nombre de Marcela. Y todos los que la conocemos estamos esperando en qué ha de parar su ALTIVEZ y quién ha de ser el dichoso que ha de venir a domeñar condición tan terrible..."





En estas pláticas y otras que no vienen a cuento vieron los cabreros, caballero y escudero a los que traían el cuerpo de Grisóstomo hasta el pie de una montaña donde él mandó que le enterrasen. "Mirad bien , Ambrosio, si es éste el lugar"- dijo uno de los que acompañaban al difunto- "muchas veces me contó que en él empezó la desdichada historia de su desventura. Allí me dijo que vio la vez primera a aquella ENEMIGA MORTAL DEL LINAJE HUMANO, y allí fue la última vez donde Marcela le acabó de desengañar y desdeñar, de suerte que puso fin a la tragedia de su miserable vida"






"Este cuerpo que veis aquí- añadió Ambrosio- fue depositario de un alma que quiso bien y fue ABORRECIDO; adoró y fue DESDEÑADO; rogó a una FIERA, importunó a un MÁRMOL, corrió tras el viento..." Y aunque Grisóstomo había dejado establecido que quemaran sus escritos uno de los presentes convenció al amigo que no lo hiciera ya que "dando vida a estos papeles, que la tenga siempre la CRUELDAD de Marcela, para que sirva de ejemplo y en el futuro huyan de caer en semejantes despeñaderos..." Después de leer la "Canción desesperada" que había escrito Grisóstomo para la ocasión y mientras se cavaba la fosa, apareció en la cima de la peña la pastora Marcela, tan hermosa, que pasaba a su fama su hermosura. Mas apenas la hubo visto, Ambrosio, con muestras de ánimo indignado le dijo:"Vienes a ver, por ventura, ¡ oh fiero BASILISCO destas montañas si con tu presencia vierten sangre las heridas de este miserable a quien tu CRUELDAD quitó la vida? ¿O vienes a ufanarte en las CRUELES hazañas de tu condición?...¿O a a pisar ARROGANTE este desdichado cadáver...?






-"No vengo a ninguna cosa de las que has dicho-respondió Marcela- sino a dar a entender cuán fuera de razón van todos aquellos que me culpan de la muerte de Grisóstomo"..."Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, de tal manera a que me ameis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostrais decís y aún queréis que esté yo obligada a amaros. Yo conozco que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quién le ama...Pero aunque corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas las hermosuras enamoran, que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad, que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cual habían de parar, porque, siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos habían de ser los deseos. Y, según yo he oido decir, el verdadero amor no se divide, y HA DE SER VOLUNTARIO Y NO FORZOSO. Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué quereis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me quereis bien?....




"Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos...Fuego soy apartado y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras ; y si los deseos se sustentan con esperanzas , no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo, bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad. ..Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le contentara, hiciera contra mi mejor intención y presupuesto. Porfió desengañado, desesperó sin ser aborrecido: ¡mirad ahora si será razón que de su pena se me dé a mí la culpa! Quéjese el engañado, desespérese aquel a quien le faltaron las prometidas esperanzas, confiese el que yo llamare, ufánese el que yo admitiere; pero no me llame CRUEL NI HOMICIDA aquel a quien yo no prometo,engaño,llamo ni admito. El cielo aún hasta ahora no ha querido que yo ame por destino, y el pensar que tengo de amar por elección es pensar en vano...El que me llama fiera y basilisco déjeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta desconocida ni los buscará, servirá, conocerá ni seguirá en ninguna manera. ..Yo, como sabéis, tengo riquezas propias, y no codicio las ajenas, tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco a nadie; no engaño a este ni solicito aquel; ni burlo con uno ni me entretengo con el otro..




Y en diciendo esto, sin querer oir respuesta alguna, volvió las espaldas y se entró por lo más cerrado de un monte, dejando admirados tanto de su discreción como de su hermosura a todos los que allí estaban.. Y algunos dieron muestras de quererla seguir, sin aprovecharse del manifiesto desengaño que habían oido. Lo cual visto por Don Quijote, pareciéndole que allí venía bien usar de su caballería, socorriendo a las doncellas menesterosas, puesta la mano en el puño de su espada, en altas e inteligibles voces dijo:




-"Ninguna persona, de cualquier estado y condición que sea, se atreva a seguir a la hermosa Marcela, so pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha mostrado con claras y suficientes razones la poca o ninguna culpa que ha tenido en la muerte de Grisóstomo y cuán ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus amantes; a cuya causa es justo que, en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada y estimada de todos los buenos del mundo, pues muestra que en él ella es sola la que con tal honesta intención vive"




Sobre la tumba se pondría el siguiente epitafio.





"Yace aquí de un amador

el mísero cuerpo helado

que fue pastor de ganado

perdido por desamor.


Murió a manos del rigor

de una esquiva hermosa ingrata,

con quien su imperio dilata

la tiranía del amor.




(Aunque no aparece el nombre de Némesis, bien podrían aquellos pastores, tanto los de verdad como los que jugaban a serlo, haber pensado en ella cuando se referían a la crueldad, basilisco, corazón de piedra...de la doncella Marcela. MARCELA, UNA FIGURA FEMENINA; UN VALOR HUMANO: UNA PERSONA)










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