"EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI"
Thomas Piketty es el autor de este libro que está ya en la lista de ventas del New York Times. La reciente conferencia de Piketty en la Universidad de Nueva York levantó gran expectación, y más aún después de que
el premio Nobel Paul Krugman dijera que su libro iba a ser el más influyente en mucho tiempo.
Según Piketty vivimos en una nueva edad de oro de la economía pero de peculiares características, ya que el aumento de riqueza en lugar de beneficiar al conjunto social, está provocando un retorno a los niveles de desigualdad del siglo XIX. El capitalismo patrimonial está de regreso, más allá de que el origen de la fortuna se sitúe en la tierra, como ocurrió en el siglo XVII; en la industria, como sucedió en el XIX; o en el entorno inmobiliario y financiero, como en el XX. Volvemos a la misma lógica de la acumulación y a la economía dominada por las dinastías familiares.
La solución a esta involución consiste, según el autor, en gravar las rentas del capital hasta que su retorno neto (después de impuestos) se sitúe por debajo del crecimiento económico. Para conseguir ese fin propone un impuesto global del 80% a las rentas superiores al millón de dólares, del 50- 60% por encima de 200.000 dólares, y un impuesto a la riqueza del 10% anual en las mayores fortunas , o del 20% una única vez en los patrimonios altos.
Más allá de la propuesta que Piketty pone sobre la mesa, lo cierto es que su diagnóstico está siendo tenido muy en consideración, también desde la derecha económica. James Pethrokoukis advierte en National Review que el trabajo de Piketty se tiene que refutar porque, de lo contrario,"se difundiría entre los eruditos y transformaría por completo el escenario donde las futuras batallas políticas se librarán"
Aunque ha sido acusado de marxista ha declarado:" No he tenido nunca la tentación del comunismo y estoy vacunado contra toda clase de perezoso discurso anticapitalista. La propiedad privada y el capital no me plantean ningún problema de principios, Mi inspiración, más allá de Marx y de Tocqueville, es el artículo primero de la Declaración de derechos del hombre de 1789, que tras señalar la igualdad natural entre todos los hombres, estipula que las distinciones sociales no pueden estar fundadas más que sobre la utilidad común. El mercado es necesario a condición de que sea nuestro esclavo y no al contrario".
Los problemas que este contexto desigual genera no se agota en la redistribución o en la justicia sino que terminan con las posibilidades de una sociedad estable. Como señala el economista francés " si esta tendencia continúa, las desigualdades se volverán insostenibles para 2040 0 2050. Incluso los más fieles defensores del mercado deben estar preocupados, porque si el rendimiento del capital es mayor que la tasa de crecimiento, se ampliarán mecánicamente las desigualdades, con el riesgo de que un declive nacional brutal, a través del nacionalismo político o del proteccionismo exacerbado, pueda servir como válvula de escape para las tensiones sociales. Espero que hayamos aprendido las lecciones del siglo XX."
En "El capital del siglo XXI", Piketty utiliza significativamente la obra de Balzac, "Papá Goriat" y, en especial, la descripción sobre cómo funciona la sociedad que realiza uno de sus personajes, para subrayar el tipo de mundo que dejamos atrás y que volveremos a encontrarnos a la vuelta de la esquina.
Lo único que podemos hacer si no queremos vivir en el mundo descrito por Balzac, es resolver los problemas de desigualdad. En caso contrario, avisa Piketty, "esta contradicción se resolverá por la violencia"
1 comentario:
El problema está en que no se si sería posible establecer el sistema que propone Piketti, o si serían valientes los gobernantes combatir el actual status quo de la economía e instaurar uno, o los cambios oportunos que eviten ese aumento de la desigualdad cada vez mayor, porque si se sigue así (en España -p.e.- un 1% tienen la misma riqueza que el 50% de la población), ¿cuántas veces más ricos serán los ricos y, en consecuencia, qué mayor número de pobres habrá? y ¿hasta cuando será esto soportable, porque injusto lo es desde el origen?
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