UNA FILOSOFÍA DE LA RESISTENCIA
¿Para qué sirve la poesía? Esta vieja y clásica pregunta tuvo una respuesta nada teórica, sino crucialmente práctica, en la vida del prisionero Nelson Mandela. Un poema titulado "Invictus" se convirtió en su compañero esencial durante sus largos años de cautiverio, tanto es así que lo escribió en un papel que permaneció siempre a su lado, como si se tratara de un salvífico talismán. El autor del poema era el poeta inglés William Ernest Henley (1849-1903).
Si el lector presta atención, observará que el poeta declara que el más inmenso Horror inimaginable no consigue eliminar la fortaleza de cualquiera de sus víctimas, gracias a una sagrada posesión de la que habla el cuarto verso: el Alma invencible. En el más negro de los escenarios, una especie de poderosa templanza resistente se abre paso, e impide la expresión más desesperada del dolor -maldición, gritos- al tiempo que mantiene erguida a la víctima, que nunca se doblega ni se rinde.
"En medio de la noche que cae sobre mí,
negra como un pozo que se hunde inabarcable,
doy las gracias a dios, si es que algún dios existe,
por ser el propietario de esta alma invencible,
atrapado en las garras de la cruel existencia
nunca he vociferado ni he expresado dolor,
Bajo los mazazos de mi pésima suerte
mi frente se desangra pero jamás se rinde.
Más allá de este lugar de lágrimas y cólera
veo que se aproxima el más siniestro Horror
y que el tiempo amenaza, pero no los temo.
No me preocupa que se cierren las puertas
ni que lluevan sobre mí un sinfín de castigos,
pues sé que yo gobierno el rumbo de mi vida
y que soy el capitán de mi alma invencible"
"Out of the nigth that covers me
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not wincednor cried aloud,
Under the bludgeonigs of chance
my head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
looms but the Horror of the shade,
and yet the menace of the years
finds anf shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
how charged with punishements the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul"
Resumen del artículo, titulado "Una filosofía de la resistencia" de Ángel Rupérez y publicado en "El País" del 4 de enero del 2014
sábado, 4 de enero de 2014
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