MITOS Y LA MODERNIDAD ( 1 )
Una de las invenciones humanas más antiguas contra la inquietante realidad y su opresión generadora de miedo ha sido el mito. En estas historias se dan nombre a la realidad, con lo que se disipa en cierto modo su indeterminación y su prepotencia. El universo se hace en el mito más amable, se adapta a la necesidades del hombre que lo escucha y, así, poderse sentir en el universo como en su casa.
El pueblo aborígen de Australia, sociedad tan alejada de nuestra cultura, contaba de esta manera el nacimiento del mundo.Contradecían a Heródoto que afirmaba que todos los dioses habian nacido en Egipto. ( Visión grecocéntrica, naturalmente).
"Yhi trae la vida al mundo
En el principio el mundo yacía en quietud, en una total oscuridad. No había vegetación ni cosas que se movieran en los desnudos huesos de las montañas. Ni el viento soplaba en sus cumbres. Ni un solo sonido rompía el silencio.
En el principio el mundo yacía en quietud, en una total oscuridad. No había vegetación ni cosas que se movieran en los desnudos huesos de las montañas. Ni el viento soplaba en sus cumbres. Ni un solo sonido rompía el silencio.
El mundo no estaba muerto sino dormido, en espera del suave toque de la vida y de la luz. En algún lugar de la inmensidad del espacio Yhi se agitó en su sueño esperando el murmullo de Baiame, el Gran Espíritu. Entonces el susurro llegó, el susurro que despertó al mundo. El sueño de Yhi se deslizó en el suelo como un vestido cae a sus pies. Sus ojos se abrieron y la oscuridad se disipó . La noche, sin fin, huyó.
Yhi flotaba sobre la tierra y empezó una peregrinación hacia el norte, sur, este y oeste ; y donde pisaba su pie, la tierra brincaba y la hierba, arbustos, flores surgían hacia la radiante fuente de luz. Su primera tarea gozosa había terminado. Yhi, la diosa del Sol, descansó y ante la vista del mundo sabía que El Gran Espìritu se alegraba del resultado de su labor.
"El trabajo de la creación ha comenzado bien," dijo Baiame, "pero solo ha comenzado" El mundo está repleto de belleza pero precisa vida danzante para cumplir su destino; lleva tu luz al interior de las cavernas y veremos qué ocurre.
Las sombras se movieron y los espíritus malignos coreaban "Dormid, dormid, dormid". Pero las sombras habían estado esperando la caricia vivificante de la diosa del Sol. Las alas se abrieron, los cuerpos se levantaron sobre largas patas, colores metálicos comenzaron a brillar...Miriadas de insectos surgian de cada rincón y salieron al mundo de la luz.
"Es bueno. Mi mundo vive," Baiame dijo.
Yhi llamó con su voz dorada a todo aquello que había traido a la vida. "Esto es la tierra de Baiame. Para siempre será vuestra, para vuestro regocijo. Baiame es el Gran Espíritu; os cuidará y oirá vuestras peticiones"
. . . . . . . .
Baiame dijo: "Pondré solamente parte de mi espíritu en los animales. Pero la totalidad de mi mente lo pondré en algo que tenga vida y sea digno de este regalo. Necesito crear algo nuevo." Juntando átomos y microscópicos granos de polvo, formando huesos, cartílagos, sangre... formó un animal que anduvo erecto sobre dos piernas. Tenía manos con las que formar herramientas y armas y el ingenio para usarlas. Pero, sobre todo, un cerebro que pudiese obedecer los impulsos del espíritu.
Y así se conformó el HOMBRE , el más grande de todos los animales. Todo esto se hizo en secreto.
Pero el Hombre se encontraba solo...Necesitaba una compañía con quien compartir la maravilla del mundo. Buscaba entre los animales y plantas aunque en ellos solo había una pequeña parte de Baiame y no satisfacían el ansia del espíritu del Hombre
Baiame transformó un "yacca tree" con la forma de una mujer. A su vista los animales danzaron de alegría y se perdieron en la distancia satisfechos porque la soledad del hombre había terminado
A.W.Reed "Aboriginal Stories of Australia" 1980
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