sábado, 28 de junio de 2014

ELOGIO DE LA MESURA ( 103 )

E








ESCULPÌR     EL

PROPIO  CEREBRO






Es lo más complejo que existe en el universo; pesa poco más de un kilo y medio y nos hace únicos. Abundantes ensayos se ocupan del cerebro, ese "órgano de pensar" que nos sigue fascinando.

Hace ya tiempo que la dualidad mente-cerebro dejó de ser tal. Hay una estructura compleja en la que reside el pensamiento, lo que nos hace humanos, y no hay una dualidad  inexplicada sino una ficción largamente alimentada.
 Los cien mil millones  de neuronas que se calcula que hay en nuestro cerebro, más o menos,( es el mismo número de astros  que hay en nuestro barrio cósmico, en la Vía Láctea,) son aún  un continente por descubrir completamente, como el universo. Pero los abundantes  ensayos sobre el cerebro ya dejan claras algunas cuestiones.

El neurólogo holandés Dick Swaab lo tiene claro. "La mente es el resultado del funcionamiento de nuestras neuronas, y el alma, un malentendido. El uso universal del concepto de alma parece estar basado solamente en el temor que el ser humano tiene a la muerte, el deseo de volver a ver a los seres queridos y la errónea y arrogante idea de que somos tan importantes que algo de nosotros debe subsistir a nuestra muerte". En su "Somos nuestro cerebro", un ensayo con un notable éxito internacional, explora la esencia humana viajando a los entresijos del órgano de pensar...que hace posible que apreciemos la magia de un cuento de Cortázar o que derramemos alguna lágrima escuchando un cuarteto de Mozart.

En los últimos 15 años  hemos aprendido más sobre las funciones del cerebro gracias a las técnicas de imagen de resonancia magnética y a sus sucesoras, que en toda la historia precedente. Hasta entonces se estudiaba el cerebro comparándolo con el de otros animales, diseccionando cerebros humanos dañados en autopsias y mediante electrodos. La física hoy permite "ver" los pensamientos tal y como relata el físico teórico Michio Kaku: "Sabemos más de la mente gracias a la física y a la biología que a la filosofía o la psicología."
En "El futuro de nuestra mente" revisa de manera exhaustiva lo que sabemos del cerebro, las técnicas que nos han permitido llegar aquí, y tata de atisbar, mirando desde la física, hasta donde puede llegar gracias a la combinación de la ingeniería a la neurociencia, para hacer más potente aún esta máquina de pensar.

Una de las personas que a lo largo del siglo XX más se han destacado en la comprensión del funcionamiento del cerebro es la investigadora italiana Rita Levi-Montalcini, nacida en 1909, en plena  época gloriosa de Cajal, y muerta en 2012. Poco antes terminó  de repasar los pequeños ensayos que componen este libro póstuma, "Atrévete a pensar" .

Hoy sabemos  que las neuronas conservan la plasticidad y la capacidad  de cambiar su uso dependiendo de diversos factores. Una cita de Cajal avala esta visión: "Todo hombre puede ser , si se lo propone, escultor de su propio cerebro". Así lo dice Elkonon Goldberg ("La paradoja de la sabiduría") las estaciones de la mente no implican un declive en todos los aspectos, al envejecer se consiguen  algunas importantes ganancias mentales" Al envejecer  y perder  facultades, se gana lo que se denomina "pericia cognitiva" que tiene  la extraña habilidad de resistir los efectos indeseables del envejecimiento y  que se relaciona con la competencia y la sabiduría.. El escritor húngaro Sandor Márai lo expresa de otra manera en su "Diarios 1984-1989" "No es bueno dejarse envejecer por la vejez".

Antonio Calvo Roy: "El País" 28 de junio de 2014


domingo, 22 de junio de 2014

ELOGIO DE LA MESURA ( 102)

 
El tesoro de Atapuerca
 
   Pocas áreas  científicas resultan  tan estimulantes para la imaginación como las relativas a los orígenes, y entre ellas ninguna nos afecta  tan de cerca como la evolución humana. Cuesta creer que hace solo un  siglo y medio, cuando Darwin  publicó su teoría de la evolución en "El origen de las especies", la mera idea de que los humanos actuales procedieran  de los monos era una herejía, literalmente, y que las evidencias  fósiles  de formas intermedias tardarían  aún muchos años en descubrirse y aceptarse. Si Darwin  y los demás científicos de la época hubieran podido conocer los yacimientos  de Atapuerca, todas esas dudas habrían quedado despejadas de inmediato.
 
   Con los últimos descubrimientos presentados esta semana, la "Sima de los huesos"  en Atapuerca  se confirma  como el mayor tesoro paleoantropológico del mundo. En una disciplina donde no es infrecuente que los investigadores tengan que deducir sus conclusiones a partir  de un par de falanges de la mano o un fragmento de mandíbula, disponer de 17 cráneos humanos en buen estado de conservación, pese  a su casi medio millón de años de antigüedad va más allá del sueño más  osado de cualquier paleontólogo. Pero eso es lo que Juan Luis Arsuaga y sus colegas de medio mundo han atesorado en la "Sima". Con ese material han puesto el foco sobre ese período crítico de la evolución humana con una precisión sin precedentes.
 
   Los cráneos, de unos 430.000 años  muestran una cara  y unos dientes que los sitúan claramente en el linaje neandertal, aunque una forma general más arcaica. Los neandertales propiamente dichos tardarían aún cientos de miles de años en aparecer, por lo que los científicos piensan que los humanos de la "Sima de los huesos" tenían relación con sus ancestros, aun cuando no lo fueran directamente; creen  por tanto  que la Sima ilumina los inicios de la evolución neandertal, y que éste no fue un proceso uniforme y continuo, sino un ejemplo de la llamada evolución en mosaico, con distintos rasgos apareciendo en distintos tiempos. Y con varias especies humanas coexistiendo en el mismo espacio.
 
   Atapuerca ha multiplicado el conocimiento sobre la evolución humana, y todavía no ha dicho su última palabra: la investigación sigue.
  "El País" 22 de junio de 2014
 
  

sábado, 14 de junio de 2014

ELOGIO DE LA MESURA (101)


 

 
 
                                                     SINDÉRESIS
 
   Imaginemos hoy que La Roja, entera, se lesionara y que fuéramos nosotros sus  simpatizantes, quienes  tuviésemos que poner todo el esfuerzo para que los pobres jugadores  llegaran a la final y cobraran sus 700.000 euros de prima. Así es como vemos  a nuestras instituciones cada vez que nos sentamos frente al telediario. No se salva ninguna. La que no tiene artritis sufre pérdidas de orina, y la que no, calambres musculares, descalcificación o hidrocefalia. Los  locutores parecen leer un parte médico más que una serie de noticias. Da lo mismo  que se refieran  al Tribunal de Cuentas que al Constitucional, al PSOE que al PP; al Ayuntamiento de Santiago de Compostela que al Ministerio de Sanidad. Los telediarios huelen a formol, a yodo, a desinfectante. Huelen a quirófano , a UVI, a pasillo de hospital afectado por los recortes.
 
Y ahí estamos nosotros, las víctimas de las fechorías  económicas  y políticas de nuestros próceres, dándoles ánimo desde el sofá, a ver si por fin meten un gol a la injusticia. Vamos, vamos, Rajoy, haz una crisis de gobierno, quítate de encima a Ana Mato (solo es un ejemplo), que nos sube la bilirrubina cada vez que sale el asunto de las urgencias colapsadas, de sus viajes sufragados por la Gürtel, de los cumpleaños   corruptos de sus niños. Venga Rubalcaba, amordaza a tu alma republicana o a tu cuerpo monárquico, pero no les permitas hablar a la vez, que dan el espectáculo. Manda huevos que seamos nosotros, gente sencilla, agobiada  por recoger  a los niños de la guardería a tiempo, por comparar las ofertas de Mercadona con las de Alcampo antes de hacer la compra, por llevar al abuelo al médico, quienes que tengamos que meterles los goles a los que cobran. Po favor, venga ya, un poco de sindéresis.
 
RAEL.Diccionario. Sindéresis: "Discreción, capacidad para juzgar rectamente
 
 Artículo publicado en "El País" el 13 de junio de 2014
 
 
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