domingo, 23 de diciembre de 2012

ELOGIO DE LA MESURA (65)



                                                     EL  SIGLO  XX
                     UN SIGLO DE EXTREMISMOS

   El libro "Jürgen Habermas" (Israel o Atenas), edición de Eduardo Mendieta termina con una entrevista con el filósofo Habermas. La última pregunta es:
  "Cuando al final de este siglo miramos hacia atrás y queremos rendir  cuenta de aquello  que ha sucedido, uno tan solo puede estar de acuerdo  con Hobsbawm: ha sido un siglo de extremismos. Algunos podrían añadir : ha sido un siglo del mal radical. En aquello que  ha pasado en el siglo XX hay algo que es profundamente imperdonable, que no podemos tragar. ¿Qué podemos aprender  de este "mal radical"? ¿Hay  algo que aprender?
  J.H. "El holocausto fue inimaginable hasta el momento de producirse, esto es, también el mal radical tiene un índice histórico. Con ello quiero decir que existe una asimetría reseñable en el conocimiento del bien y del mal. Sabemos  qué es lo que no estamos autorizados a  hacer, qué  es   lo que en cualquier caso tenemos que omitir, si queremos  mirarnos a nosotros mismos a la cara  sin ponernos colorados. Pero no sabemos de qué son capaces  los seres humanos  en general. Y cuanto más aumente la maldad , mayor será la necesidad de eliminar  y olvidar lo adeudado.Esta es la  deprimente experiencia que he adquirido a lo largo de mi vida política  adulta en la República Federal de Alemania. Pero he tenido  también la  suerte  de adquirir otra experiencia que me ha dado  al menos la esperanza de que a Richard Rorty no le falta  razón cuando como estadounidense dice algo que quizás yo no podría expresar con el mismo aplomo."Nada que una nación haya hecho debería imposibilitar que los ciudadanos de una democracia constitucional recobraran el respeto por sí mismos"
  Y añade este cronista de Némesis :  fue un siglo desmesurado. 
   Una moderna  y total edad de hierro.

martes, 18 de diciembre de 2012

ELOGIO DE LA MESURA (64)



                                                                Esquilo

LA   MEJOR   "TEOLOGÍA"   DE NÉMESIS
       
  Esquilo tomó  parte en la batalla de Maratón y, a pesar de sus grandes triunfos con sus tragedias, quiso que se le recordara por aquella proeza contra los persas. Su epitafio  así lo demuestra.

"Esta tumba encierra a Esquilo, hijo de Euforión,
Ateniense, que murió en la fértil Gela,
de su valor testimonio puede ofrecer
el bosque de Maratón y el Medo de honda cabellera que lo conoce".

En Heródoto se puede leer con  todo  lujo de detalles la preparación de una nueva invasión de la Grecia continental por  el ejército comandado por  el mismo  rey Jerjes (hijo y sucesor de Darío).

"Los Persas", una de las siete tragedias de Esquilo que se han conservado, es una de las escasas obras  de tema contemporáneo; Tras la batalla naval de Salamina y la terrestre de Platea, Jerjes, y su derrotado ejército vuelve,   a Persia  . Los griegos de aquel tiempo vieron esta doble victoria  como resultado de la protección 
divina y el tema pudo ser elevado a categoría religiosa, y, así, ser objeto de una pieza trágica. La Historia  se había convertido en Mito. La acción transcurre en la corte persa, preocupada por la falta de noticias del resultado de la expedición.

La primera parte  es la descripción del estado de ansiedad, de angustia... aunque el coro de ancianos es consciente del enorme poder   del ejército persa pero...¿Y el designio de Zeus , cómo puede evitarse? ¿No es humano creer que detrás de la grandeza puede ocultarse  la envidia divina que puede acarrear los desastres más espantosos? La evocación de la Sombra de Darío confirma esta opinión: Jerjes  ha cometido pecado de soberbia, de "hybris".

He aquí algunos de los versos preñados con la "idea" de Némesis.
   "El que tiene experiencia en la miseria
sabe, amigos, que tras una tormenta de miserias,
el hombre se estremece ante cualquier evento,
y cuando el hado le es favorable, cree que esta brisa habrá de serle siempre bienhechora".
  " En  cuanto a mí, estoy llena de terrores. Veo ante mí la hostilidad divina". (Palabras de la Reina, madre de Jerjes y viuda de Darío)


El coro invoca a la Sombra de Darío que abandona  de "donde no es fácil de salir" y le aconseja a la Reina:"pon fin a tus gemidos..."Humanas son las penas que alcanzan a los hombres;
a miles del mar, a miles de la tierras asaltan a los hombres, los pesares, si su vida se alarga"
   -¡Todo el imperio persa ha sido aniquilado!
   - ¿Fulminado de peste, o por guerra intestina?
   -No, no. Toda su hueste se ha hundido junto a Atenas.
   - ¿Y cómo tan gran hueste pudo cruzar las aguas?
   - Con  astucia, echando un puente sobre el Helesponto.
   - Mi hijo, en su ignorancia, con juvenil arrojo la empresa ha realizado: Creer que con cadenas  el Helesponto sacro ...
¡'Mortal era y creía, en su vana locura, sobre los dioses todos obtener la victoria, Posidón incluido!
.........................

- "Allí  sufrir les espera  los más extremos dolores
en castigo a su soberbia y a su sacrílego empeño pues que invadieron la Grecia sin perdonar del saqueo las estatuas de los  dioses, ni del incendio los templos"
............
"Las montañas de caídos, hasta la generación tercera, han de pregonar, aun sin hablar, a los hombres , que quien es mortal no debe ser en exceso orgulloso."
"Florece la desmesura, y da por fruto una espiga de ceguera, y la cosecha que produce  es lamentable"
"Zeus  está decidido a castigar los designios ambiciosos en extremo y es un inspector muy duro"
"En cuanto  a mí, ya regreso a las tinieblas de abajo"
...........
Jerjes al Coro:
"Araña ya tu pecho, y entona el grito misio"
"Arranca con tus dedos la ropa  de tu pecho"









     

domingo, 9 de diciembre de 2012

ELOGIO DE LA MESURA (63)



                          LA   SOMBRA

   "Una masiva y hasta ahora pacífica rebelión se está desarrollando ante nuestros ojos. Nadie conoce la mano  que en la sombra mueve los hilos y que a la hora de asaltar la calle  pone de acuerdo a médicos, jueces, funcionarios, profesores, estudiantes, pensionistas, discapacitados y gente anónima en el paro, que se suma  a las pancartas  desde las aceras. Nadie acierta  a descubrir dónde se encuentra el embrión de esta cólera colectiva.

   Una mujer, alto cargo de Sanidad, recién salida  de la peluquería con el pelo cardado, collar de perlas y blusa de seda, ha dicho que la crisis obliga al Gobierno a tratar  con quimioterapia el cuerpo enfermo  de nuestra economía. La quimioterapia es un tratamiento de choque, que destruye  bacterias, virus, hongos y células  cancerosas, con efectos secundarios  muy dolorosos. La metáfora es de una crueldad  extrema, puesto que equipara a los individuos  más débiles de la sociedad , parados y pensionistas, con las células  malignas  que habría que eliminar  para que vuelva  el bienestar al país. Pero  que más allá  de la crisis  económica, el foco de esta epidemia  parece ser de otra índole. Está en todas y en ninguna parte, como sucedió en el Mayo del 68, que no fue  una revolución social, sino la llamada estética de una rebeldía juvenil, producto del cansancio de unas formas ya gastadas. La llamarada duró apenas un mes, lo suficiente para que se derrumbara el Viejo Mundo.

   El joven del Mayo del 68 se enfrentó al padre, al maestro, al político, al clérigo y les gritó a la cara: no quiero ser como tú, rechazo tu cátedra, me repugnan tus leyes, no creo en tu Iglesia. Seré yo quien fabrique a mis dioses, elija a mis profetas, cree mis propios mitos y los celebre con mis ritos. Aquella rebelión inauguró una forma distinta de vivir, de amar, de crear, de morir. Tal vez  el 15-M es nuestro Mayo del 68, el que fermenta las uvas de la ira española. Es un poder sin estructura ni jerarquía, una energía volátil y consistente, invisible e inmanente como un flujo  que todo lo impregna. Habrá que imaginar que nada será igual después de esta crisis. Nada se tendrá en pie sin que esta rebeldía difusa de los jóvenes cree una nueva moral, otra justicia, un nuevo estilo de vida"
MANUEL VICENT: "El País"  9 de diciembre del  2o12.
   
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